(Con este título cinematográfico dedico dos aforismos a Gloria Arocha, quien me los motivó al escribirle un comentario en su blog a partir de una consigna)
Me veo cada vez más calvo y pienso, aunque no es un consuelo, en los tantos que como yo fueron condenados a la ¨pena capilar¨.
A veces me siento como ese cóctel de personalidades de que hablaba Girondo. Un día soy un ser más bien chato. Otro día no mido más de una pizza de altura.